August 21, 2023
From Workers World
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“Cuando África llegue a ser económicamente libre y políticamente unida, los monopolistas se encontrarán cara a cara con su propia clase obrera en sus propios países, y surgirá una nueva lucha dentro de la cual la liquidación y el colapso del imperialismo serán completos.”
– Kwame Nkrumah, El neocolonialismo, Ășltima etapa del imperialismo

El 6 de agosto era la fecha lĂ­mite fijada por la Comunidad EconĂłmica de Estados de África del Oeste para que el actual gobierno de NĂ­ger, presidido por Abdourahamane Tchiani, abdicara del poder o se enfrentara a una posible intervenciĂłn militar de las fuerzas de la CEDEAO.  De momento, la CEDEAO ha aplazado su intervenciĂłn.  Tchiani llegĂł al poder mediante un golpe militar, que ha sido condenado por potencias imperialistas como Estados Unidos y Francia, que tienen interĂ©s en mantener un punto de apoyo en NĂ­ger.

Las manifestaciones en Níger apoyan al nuevo gobierno, ademås de atacar la embajada francesa, símbolo del brutal colonialismo francés y de la explotación del pueblo nigerino. (Nigerino se refiere al pueblo de Níger; nigeriano se refiere al pueblo de Nigeria).

Miles de nigerianos exigen la retirada de las tropas francesas y otras tropas extranjeras en Niamey, NĂ­ger, el 3 de agosto. (Foto: Agencia Anadolu)

Níger es un objetivo del imperialismo por muchas razones. Entre sus recursos naturales se encuentra el uranio, que suministra hasta un tercio de toda la red eléctrica de Francia. Sin embargo, Níger sigue siendo uno de los países mås pobres del mundo, con la mayoría de sus mås de 27 millones de habitantes sin acceso a su propia electricidad. Níger también tiene una importancia estratégica para el ejército estadounidense como centro de operaciones de sus drones en África Central, utilizados para mantener la influencia estadounidense en la región, así como para ayudar en las intervenciones militares francesas.

AdemĂĄs de los 1.500 soldados franceses, hay mĂĄs de 1.000 soldados estadounidenses destacados en NĂ­ger, que el gobierno de Estados Unidos se niega ahora a retirar, a pesar de que se han suspendido los acuerdos de seguridad entre Estados Unidos y NĂ­ger y de que varios paĂ­ses europeos han evacuado a sus ciudadanos. La maquinaria militar estadounidense se atrinchera, con la esperanza de restaurar el gobierno proimperialista por cualquier medio necesario.

Ya se han aplicado sanciones contra NĂ­ger, pero sigue sobre la mesa una opciĂłn militar, mediante la cual Estados Unidos y Francia podrĂĄn utilizar a las fuerzas de seguridad de la CEDEAO como apoderadas. Francia ha dado su pleno apoyo a una intervenciĂłn de la CEDEAO, aunque muchos paĂ­ses africanos se han mostrado reticentes a participar. Argelia, Burkina Faso, Guinea y Mali -todas ellas antiguas colonias francesas- se encuentran entre los paĂ­ses que han salido en apoyo de NĂ­ger frente a las amenazas imperialistas.

OposiciĂłn africana a la invasiĂłn de NĂ­ger

Los gobiernos de Burkina Faso y Mali emitieron una declaraciĂłn conjunta en la que afirmaban que cualquier intento de intervenciĂłn militar para destituir a Tchiani se tomarĂ­a como una declaraciĂłn de guerra contra sus dos paĂ­ses:

“Los gobiernos de transición de Burkina Faso y Mali, Uno: han expresado su solidaridad fraternal de los pueblos de Mali y Burkina Faso con sus hermanos de Níger que han decidido por voluntad propia tomar las riendas de su destino y asumir su soberanía. Dos: Denuncian la persistencia de las organizaciones regionales en aplicar sanciones que agravan el sufrimiento de la población y ponen en peligro el espíritu panafricanista. Tercero: Rechazar la aplicación de estas sanciones ilegales, ilegítimas e inhumanas contra el pueblo y las autoridades nigerinas: Cualquier intervención militar contra Níger equivaldría a una declaración de guerra contra Burkina Faso y Mali”, rezaba el comunicado. (africanews.com, 1 de agosto)

El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, que es también el actual presidente de la CEDEAO, ha autorizado el despliegue de soldados nigerianos contra Níger, que constituirían el grueso de las fuerzas de la CEDEAO. Sin embargo, el Senado nigerino votó en contra de este despliegue.

La renuncia de otros países vecinos a participar en la invasión de la CEDEAO respaldada por Estados Unidos y Francia, así como la indecisión de la población de los países cuyos dirigentes abogaron por la invasión a llevarla a cabo, muestra importantes fracturas en el dominio imperialista sobre África Occidental tras cientos de años de colonialismo.

NĂ­ger era uno de los Ășltimos gobiernos amigos del imperio estadounidense que quedaban en la regiĂłn del Sahel. Los gobiernos de MalĂ­ y Burkina Faso, puestos en el poder por una serie de golpes anteriores, cortaron los lazos con el colonialismo francĂ©s y expulsaron a las tropas francesas. Desde entonces, la CEDEAO ha establecido su propia presencia militar para tratar de impedir que se produzcan golpes anticoloniales dentro de los Estados miembros de la CEDEAO, sin que intervengan directamente tropas estadounidenses o francesas.

Algunos de los nuevos gobiernos africanos estån trabajando con el Grupo Wagner -fuerzas mercenarias con base en Rusia- para controlar y reprimir a los grupos locales afiliados al Estado Islåmico. Estos grupos armados similares al ISIS han sido una preocupación de seguridad para los países de la región desde que la agresión de la OTAN destruyó Libia en 2011 y desestabilizó la región. El imperialismo estadounidense y francés han utilizado la existencia de estos grupos como pretexto para la intervención militar.

El Partido Mundo Obrero afirma el derecho del pueblo de Níger a tomar el destino de su país en sus propias manos. Nos oponemos a cualquier invasión militar, sanción o intromisión en la política africana respaldada por Estados Unidos o Francia. Apoyamos la expulsión de todas las tropas estadounidenses y francesas y el desmantelamiento del Mando de Estados Unidos en África (AFRICOM).

Apoyamos el derecho de las naciones africanas a establecer relaciones económicas y de seguridad en sus propios términos con otros países, incluidos Rusia y China, en lugar de verse forzadas a una posición de subyugación como neocolonia de potencias imperialistas como Estados Unidos o Francia.

Nos oponemos a cualquier plan de Estados Unidos, Francia o la OTAN de lanzar otra gran guerra por poderes. Una guerra asĂ­ sembrarĂ­a el caos en la regiĂłn en su intento de mantener el dominio econĂłmico y la perpetua superexplotaciĂłn del pueblo africano.




Source: Workers.org