âCuando Ăfrica llegue a ser econĂłmicamente libre y polĂticamente unida, los monopolistas se encontrarĂĄn cara a cara con su propia clase obrera en sus propios paĂses, y surgirĂĄ una nueva lucha dentro de la cual la liquidaciĂłn y el colapso del imperialismo serĂĄn completos.â
â Kwame Nkrumah, El neocolonialismo, Ășltima etapa del imperialismo
El 6 de agosto era la fecha lĂmite fijada por la Comunidad EconĂłmica de Estados de Ăfrica del Oeste para que el actual gobierno de NĂger, presidido por Abdourahamane Tchiani, abdicara del poder o se enfrentara a una posible intervenciĂłn militar de las fuerzas de la CEDEAO. De momento, la CEDEAO ha aplazado su intervenciĂłn. Tchiani llegĂł al poder mediante un golpe militar, que ha sido condenado por potencias imperialistas como Estados Unidos y Francia, que tienen interĂ©s en mantener un punto de apoyo en NĂger.
Las manifestaciones en NĂger apoyan al nuevo gobierno, ademĂĄs de atacar la embajada francesa, sĂmbolo del brutal colonialismo francĂ©s y de la explotaciĂłn del pueblo nigerino. (Nigerino se refiere al pueblo de NĂger; nigeriano se refiere al pueblo de Nigeria).
Miles de nigerianos exigen la retirada de las tropas francesas y otras tropas extranjeras en Niamey, NĂger, el 3 de agosto. (Foto: Agencia Anadolu)
NĂger es un objetivo del imperialismo por muchas razones. Entre sus recursos naturales se encuentra el uranio, que suministra hasta un tercio de toda la red elĂ©ctrica de Francia. Sin embargo, NĂger sigue siendo uno de los paĂses mĂĄs pobres del mundo, con la mayorĂa de sus mĂĄs de 27 millones de habitantes sin acceso a su propia electricidad. NĂger tambiĂ©n tiene una importancia estratĂ©gica para el ejĂ©rcito estadounidense como centro de operaciones de sus drones en Ăfrica Central, utilizados para mantener la influencia estadounidense en la regiĂłn, asĂ como para ayudar en las intervenciones militares francesas.
AdemĂĄs de los 1.500 soldados franceses, hay mĂĄs de 1.000 soldados estadounidenses destacados en NĂger, que el gobierno de Estados Unidos se niega ahora a retirar, a pesar de que se han suspendido los acuerdos de seguridad entre Estados Unidos y NĂger y de que varios paĂses europeos han evacuado a sus ciudadanos. La maquinaria militar estadounidense se atrinchera, con la esperanza de restaurar el gobierno proimperialista por cualquier medio necesario.
Ya se han aplicado sanciones contra NĂger, pero sigue sobre la mesa una opciĂłn militar, mediante la cual Estados Unidos y Francia podrĂĄn utilizar a las fuerzas de seguridad de la CEDEAO como apoderadas. Francia ha dado su pleno apoyo a una intervenciĂłn de la CEDEAO, aunque muchos paĂses africanos se han mostrado reticentes a participar. Argelia, Burkina Faso, Guinea y Mali -todas ellas antiguas colonias francesas- se encuentran entre los paĂses que han salido en apoyo de NĂger frente a las amenazas imperialistas.
OposiciĂłn africana a la invasiĂłn de NĂger
Los gobiernos de Burkina Faso y Mali emitieron una declaraciĂłn conjunta en la que afirmaban que cualquier intento de intervenciĂłn militar para destituir a Tchiani se tomarĂa como una declaraciĂłn de guerra contra sus dos paĂses:
âLos gobiernos de transiciĂłn de Burkina Faso y Mali, Uno: han expresado su solidaridad fraternal de los pueblos de Mali y Burkina Faso con sus hermanos de NĂger que han decidido por voluntad propia tomar las riendas de su destino y asumir su soberanĂa. Dos: Denuncian la persistencia de las organizaciones regionales en aplicar sanciones que agravan el sufrimiento de la poblaciĂłn y ponen en peligro el espĂritu panafricanista. Tercero: Rechazar la aplicaciĂłn de estas sanciones ilegales, ilegĂtimas e inhumanas contra el pueblo y las autoridades nigerinas: Cualquier intervenciĂłn militar contra NĂger equivaldrĂa a una declaraciĂłn de guerra contra Burkina Faso y Maliâ, rezaba el comunicado. (africanews.com, 1 de agosto)
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, que es tambiĂ©n el actual presidente de la CEDEAO, ha autorizado el despliegue de soldados nigerianos contra NĂger, que constituirĂan el grueso de las fuerzas de la CEDEAO. Sin embargo, el Senado nigerino votĂł en contra de este despliegue.
La renuncia de otros paĂses vecinos a participar en la invasiĂłn de la CEDEAO respaldada por Estados Unidos y Francia, asĂ como la indecisiĂłn de la poblaciĂłn de los paĂses cuyos dirigentes abogaron por la invasiĂłn a llevarla a cabo, muestra importantes fracturas en el dominio imperialista sobre Ăfrica Occidental tras cientos de años de colonialismo.
NĂger era uno de los Ășltimos gobiernos amigos del imperio estadounidense que quedaban en la regiĂłn del Sahel. Los gobiernos de MalĂ y Burkina Faso, puestos en el poder por una serie de golpes anteriores, cortaron los lazos con el colonialismo francĂ©s y expulsaron a las tropas francesas. Desde entonces, la CEDEAO ha establecido su propia presencia militar para tratar de impedir que se produzcan golpes anticoloniales dentro de los Estados miembros de la CEDEAO, sin que intervengan directamente tropas estadounidenses o francesas.
Algunos de los nuevos gobiernos africanos estĂĄn trabajando con el Grupo Wagner -fuerzas mercenarias con base en Rusia- para controlar y reprimir a los grupos locales afiliados al Estado IslĂĄmico. Estos grupos armados similares al ISIS han sido una preocupaciĂłn de seguridad para los paĂses de la regiĂłn desde que la agresiĂłn de la OTAN destruyĂł Libia en 2011 y desestabilizĂł la regiĂłn. El imperialismo estadounidense y francĂ©s han utilizado la existencia de estos grupos como pretexto para la intervenciĂłn militar.
El Partido Mundo Obrero afirma el derecho del pueblo de NĂger a tomar el destino de su paĂs en sus propias manos. Nos oponemos a cualquier invasiĂłn militar, sanciĂłn o intromisiĂłn en la polĂtica africana respaldada por Estados Unidos o Francia. Apoyamos la expulsiĂłn de todas las tropas estadounidenses y francesas y el desmantelamiento del Mando de Estados Unidos en Ăfrica (AFRICOM).
Apoyamos el derecho de las naciones africanas a establecer relaciones econĂłmicas y de seguridad en sus propios tĂ©rminos con otros paĂses, incluidos Rusia y China, en lugar de verse forzadas a una posiciĂłn de subyugaciĂłn como neocolonia de potencias imperialistas como Estados Unidos o Francia.
Nos oponemos a cualquier plan de Estados Unidos, Francia o la OTAN de lanzar otra gran guerra por poderes. Una guerra asĂ sembrarĂa el caos en la regiĂłn en su intento de mantener el dominio econĂłmico y la perpetua superexplotaciĂłn del pueblo africano.
Source: Workers.org