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La representaciĂłn permanente de la RepĂșblica Popular DemocrĂĄtica de Corea ante la oficina de la ONU y las organizaciones internacionales en Viena publicĂł el dĂ­a 4 un comunicado que sigue:

En relaciĂłn con que en la primera reuniĂłn del comitĂ© preparatorio de la 11ÂȘ conferencia de revisiĂłn de cumplimiento del TNP, Estados Unidos y sus fuerzas seguidoras cuestionaron nuestro disuasivo nuclear autodefensivo como “amenaza” a la paz y seguridad internacionales y al sistema de no proliferaciĂłn de armas nucleares, la representaciĂłn permanente de la RPDC ante la oficina de la ONU y las organizaciones internacionales en Viena publica el siguiente comunicado.

A decir de la intimidación, ésta se produce indudablemente por EE.UU.

Este paĂ­s norteamericano invierte cada año fabulosos gastos militares, al declarar abiertamente como polĂ­tica estatal la alta modernizaciĂłn de la industria de armas nucleares y la renovaciĂłn rĂĄpida de las 3 propiedades estratĂ©gicas nucleares, y niega intencionalmente la ejecuciĂłn del Tratado de ReducciĂłn y LimitaciĂłn de Armas EstratĂ©gicas-3, Ășltimo baluarte para el tratado de reducciĂłn de armas nucleares.

Además, impulsa por la fuerza la proliferación de armas nucleares a Australia bajo la pretexto de la alianza “AUKUS”, dando prioridad unilateral a los intereses de seguridad de su país y los aliados.

Hace poco, puso en funcionamiento el “grupo consultivo nuclear” EE.UU.-Sur de Corea, que conspirĂł el uso de armas nucleares contra la RPDC, y enviĂł a la regiĂłn de la PenĂ­nsula Coreana el submarino nuclear cargado de arma nuclear estratĂ©gica por primera vez en 42 años, llevando asĂ­ la tensiĂłn militar de la regiĂłn al umbral de la guerra nuclear.

El fortalecimiento del disuasivo nuclear autodefensivo por parte de la RPDC deviene el justo ejercicio de la soberanĂ­a legal para prevenir la guerra nuclear, defender la soberanĂ­a e integridad territorial del Estado y controlar de manera estable la situaciĂłn de la PenĂ­nsula Coreana, frente al ambiente inestable de seguridad creado por tales amenazas nucleares de EE.UU. y sus acĂłlitos.

Sin embargo, EE.UU., instigando hasta a los Estados seguidores, acusa obstinadamente nuestras medidas para consolidar la capacidad de autodefensa nacional, lo que es una provocaciĂłn polĂ­tica encaminada a encubrir su naturaleza del paĂ­s criminal de uso de arma nuclear y evitar la denuncia de la sociedad internacional por no haber cumplido la obligaciĂłn de reducciĂłn y no proliferaciĂłn de armas nucleares.

La RPDC es un responsable país poseedor de armas nucleares que prometió la prohibición de uso de armas nucleares y amenaza con ellas contra los Estados desnuclearizados y el deber de no proliferarlas y sus fuerzas armadas nucleares no constituyen una intimidación para los países que respetan nuestra soberanía e interés de seguridad.

Es clara la posiciĂłn de la RPDC sobre el TNP.

Los países firmantes del TNP deberån buscar el remedio para resolver los desafíos principales del pacto, en vez de cuestionar el justo ejercicio de soberanía de la RPDC, que ya hace 20 años se había retirado legalmente en virtud del derecho del país interesado estipulado en este tratado.

EE.UU., país poseedor de mayor cantidad de artefactos nucleares del mundo y primer país en usarlos, no debe amenazar ni chantajear a los Estados soberanos al ubicar por doquier del mundo sus propiedades estratégicas nucleares, y debe cesar ahora mismo la destrucción sistemåtica del régimen internacional de reducción de armamentos.

Y debe poner fin al “compartimiento nuclear” y el “fortalecimiento del disuasivo ampliado” con los Estados desnuclearizados, que vulneran el sistema internacional de no proliferación nuclear y causan e fomentan la carrera armamentista nuclear en el mundo y la región.

La sociedad internacional deberĂĄ alzar la voz de condena a los actos ilĂ­citos como la amenaza con las armas nucleares y su proliferaciĂłn por parte de EE.UU., fuente de la inestabilidad y antagonismo, y tomar medidas urgentes y sustanciales para garantizar la paz y seguridad del mundo




Source: Thecommunists.org