
29 de agosto del 2023
El 27 de agosto, despuĂ©s de conducir tres horas desde el valle de Yakima, los trabajadores de la granja de hongos Windmill Mushroom Farms, junto con miembros del sindicato United Farm Workers (UFW), organizaron un evento en el jardĂn forestal Beacon Hill Food Forest, el jardĂn forestal mĂĄs grande del paĂs. Los trabajadores agrĂcolas y los miembros de la UFW estaban allĂ para llamar la atenciĂłn del pĂșblico sobre los abusos cometidos no solo por los propietarios anteriores de la granja de hongos, que enfrentaron repercusiones legales por sus prĂĄcticas injustas, sino tambiĂ©n por los propietarios actuales. A pesar de la miseria que estos trabajadores han soportado durante los Ășltimos años, hablaron con determinaciĂłn de la necesidad de apoyo pĂșblico futuro.
DespuĂ©s de que los participantes de larga data en la lucha de la UFW interpretaron dos canciones de clase trabajadora, la primera en español y la segunda en inglĂ©s, los asistentes fueron guiados por un miembro del Beacon Hill Food Forest a travĂ©s de los terrenos para ver las diferentes frutas, nueces y verduras disponibles para el consumo pĂșblico y la cosecha. Los trabajadores estaban encantados e inspirados por el potencial de los trabajadores agrĂcolas organizados para verdaderamente responder a las necesidades de las comunidades locales.
Luego, los trabajadores comenzaron su marcha a travĂ©s del vecindario de Beacon Hill hasta El Centro de la Raza, una organizaciĂłn progresista y un centro comunitario cuya famosa ubicaciĂłn fue ganada despuĂ©s de meses de lucha en 1972. Los manifestantes corearon âÂĄSĂ se puede!â, âÂĄEl pueblo unido jamĂĄs serĂĄ vencido!â y âÂĄWindmill, escucha! ÂĄEstamos en la lucha!â En respuesta, sonaron las bocinas de los autos que pasaban, los espectadores vitorearon y otros se unieron a los cĂĄnticos, todo en apoyo de los trabajadores agrĂcolas.
Una vez en El Centro, los trabajadores relataron los abusos que sufrieron y su deseo de dignidad.
Una historia continua de abusos y una lucha por la representaciĂłn sindical
Los relatos de los trabajadores reiteraron lo que comenzĂł en el 2021, cuando la granja todavĂa era Ostrom Mushroom Farm. La mayorĂa de los trabajadores eran locales, con un total de unos 117; alrededor del 87% mujeres. En el transcurso del año siguiente, las mujeres en la fuerza laboral fueron despedidas a tasas mucho mĂĄs altas que los hombres por una supuesta incapacidad para satisfacer las demandas de producciĂłn. Lo que muchos de los trabajadores notaron fue el aumento de trabajadores varones que ingresaron con la Visa H-2A, un estatus de trabajador con menos derechos laborales. SegĂșn los testimonios de muchos de los trabajadores locales, muchos de los trabajadores H-2A parecĂan ser menores de edad que trabajaban muchas mĂĄs horas de las permitidas por su visa. Esta fue solo una violaciĂłn.
Para abril del 2022, Ostrom contratĂł a 65 trabajadores H-2A, el 97% de los cuales eran hombres, y solo empleaba a unos 50 trabajadores locales, lo que redujo la fuerza laboral femenina en mĂĄs de 60%. Como Maya Cruz, miembro de la UFW en la acciĂłn del 26 de agosto, dijo: âLa compañĂa que se convirtiĂł en Windmill Farms, Ostrom, despidiĂł a mĂĄs del 70% de su fuerza laboral femenina y optĂł por reemplazarlas con hombres publicando anuncios para hombres en Facebook. En general, no quieren que las mujeres trabajen en su granjaâ.
AdemĂĄs, como relatĂł Paulina NĂșñez, los despidos estaban claramente dirigidos a las poblaciones que la administraciĂłn creĂa incapaz de satisfacer las demandas de producciĂłn, como las mujeres embarazadas y las personas mayores. Al confrontar a la gerencia por haber sido despedida a pesar de haber cumplido con las expectativas de productividad, a NĂșñez y a muchos otros como ella simplemente se les dijo que no las habĂan cumplido.
Cuando los trabajadores expresaron sus preocupaciones, se encontraron con amenazas de represalias y, en un caso documentado, agresiĂłn fĂsica. A pesar del temor a represalias inmediatas, el 70% de los trabajadores votĂł por la sindicalizaciĂłn hace poco mĂĄs de un año, demostrando un apoyo abrumador para la organizaciĂłn. La respuesta de Ostrom fue vender su granja a Windmill Farms e inmediatamente despedir a todo el personal. Los nuevos propietarios les dijeron a los trabajadores que podĂan volver a presentar una solicitud, pero que podrĂa haber nuevas condiciones que tendrĂan que aceptar con respecto a los derechos en el lugar de trabajo.
Adriana Coronado, una de las vĂctimas del despido masivo sin sentido, dijo: âEl 6 de febrero de este año me lesionĂ© mientras trabajaba en la granja. El 14 de febrero, nos llamaron a una reuniĂłn donde nos informaron que Ostrom habĂa vendido la compañĂa a Windmill Farms. Desafortunadamente la nueva compañĂa no me dio trabajo, me despidieron. Me dijeron que cuando estuviera sana, podrĂa solicitar de nuevo. Trabajaba en limpieza, pero el trabajo que me ofrecĂan era cosechandoâ.
Ostrom fue vendido a Windmill Farms en febrero, durante una demanda de derechos civiles presentada en agosto17 del 2022 por el fiscal general del estado Bob Ferguson, acusando a la compañĂa de discriminaciĂłn contra los trabajadores por motivos de gĂ©nero, ciudadanĂa y estado migratorio, violando las leyes del estado de Washington contra el discrimen. AdemĂĄs, Ostrom fue acusado de tergiversar los requisitos de empleo y salarios a travĂ©s de sus anuncios, lo que viola la Ley de ProtecciĂłn al Consumidor de Washington.
El 17 de mayo, Ferguson anunciĂł una multa de $3.4 millones contra los propietarios originales por discriminaciĂłn. Con esta lucha en curso, los estragos mentales que han sufrido tanto los trabajadores actuales como los despedidos es evidente. Como declarĂł Gloria SolĂs, âPido que el sindicato entre allĂ por todas las injusticias que estamos viendo con nuestros compañeros de trabajo. Por la razĂłn que sea, nos llaman a la oficina y nos despiden. Ni siquiera nos dan una
oportunidad por dos o tres dĂas. Para ser honesto, estoy marcado mentalmente, ya que no he trabajado, necesito pagar facturas y las facturas no se pagan por sĂ solas. Entonces, si el sindicato entra, entonces, por supuesto, me gustarĂa volver a mi trabajoâ.
La ley laboral de Estados Unidos excluye a los trabajadores agrĂcolas
Desde la aprobaciĂłn de la Ley Nacional de Relaciones Laborales de 1935, los trabajadores domĂ©sticos y los trabajadores agrĂcolas han sido excluidos especĂficamente de la ley federal que otorga a los empleados el derecho a formar sindicatos o afiliarse a ellos y participar en actividades concertadas y protegidas para abordar o mejorar las condiciones laborales. AdemĂĄs, la Ley de Normas Laborales Justas de 1938, que estableciĂł varios derechos para los trabajadores, incluido un salario mĂnimo federal y prohibiciones con respecto al trabajo infantil, tambiĂ©n excluye a los trabajadores agrĂcolas.
Esta fue una decisiĂłn intencional por parte de los polĂticos responsables que estaba arraigada en el racismo, el sexismo, la xenofobia y el deseo de sobreexplotar a los trabajadores en su mayorĂa negros, mexicanos y filipinos; y la ley sigue teniendo consecuencias perjudiciales en la actualidad. Por lo tanto, los trabajadores de Ostrom no pueden pasar por los procedimientos legales normales que los ayudarĂan a obtener el reconocimiento sindical; Ostrom, ahora Windmill Farms, no tiene la obligaciĂłn de reconocer las demandas y el sindicato de los trabajadores.
Con todas las probabilidades en su contra, Isela Cabrera, en la acciĂłn del 26 de agosto, expresĂł muy claramente sus simples demandas: âSolo estoy pidiendo el apoyo para un contrato sindical, para que respeten nuestros derechos como trabajadores, tan esenciales como nosotros, para que se deshagan de los supervisores abusivos por todo el acoso, las represalias y el favoritismo. Pido un sindicato, mĂĄs que nada, para reiterar, para que respeten nuestros derechos, y para que todos nuestros compañeros de trabajo que fueron despedidos injustamente regresen a sus trabajosâ.
Para ganar el derecho a un sindicato a pesar de la exclusiĂłn racista de los trabajadores agrĂcolas de la legislaciĂłn laboral, estos trabajadores organizan el apoyo pĂșblico. En Seattle, el pĂșblico tiene la oportunidad de demostrar solidaridad con los trabajadores de Windmill Mushroom Farms firmando esta carta de compromiso.
AdemĂĄs, el 31 de agosto, justo afuera del Seattle Center, los trabajadores y ex trabajadores de Windmill/Ostrom Mushroom Farms y los miembros de la UFW serĂĄn y la presidenta de la UFW, Teresa Romero, crearĂĄn un cartel publicitario humano de una milla de largo de 4 a 6 p. m. para resaltar sus demandas de reconocimiento sindical y para el consumo pĂșblico de hongos solo de empresas sindicalizadas. Dado que los trabajadores agrĂcolas estĂĄn en tal desventaja en las luchas laborales, la publicidad del sindicato y un boicot a los productos de Windmill Mushroom Farms serĂan fundamentales para un reconocimiento final del sindicato. Mientras tanto, estos trabajadores siguen firmes.
Source: Liberationnews.org